Cuadros, Filóstrato el Viejo.
Narciso en la fuente, ¿Caravaggio? 1595-1600 Palacio Barberini
(NARCISO se fija en el resplandor del espejo, lentísimamente se va acercando primero
sorprendido, luego estupefacto y se queda quieto, semiabierta la boca
largo rato)
[…] Ahí estás, amor perfecto, entero. Tanto
buscar y luego sin esfuerzo en una revuelta del camino, hallarte […] Tan
igual a lo por mí soñado. […] Eres en este momento vista siempre conocida. Y la
niña de mi niñez con la cual soñaba jugar a lo que imaginaba […] Y la invitada
más bella, y el sueño de hoy, y la línea de tu rostro y todo, todo, todo: Eres
Señor, eres. ¿Para qué voy a reprochar el haber tardado tanto si yo mismo
comprendo que viniste en el momento oportuno ahora que te tenía completamente
forjada, hecha? ¡Poder ver, oír, tocar lo que tenía encerrado en mí!
Narciso, Max Aub (1928) Obra dramática
Para saber más
Hundiendo con mano firme en su vientre la espada, Narciso miró por vez postrera el rostro dolorido de su amado #metamorfosisB1E
— María Eugenia (@mdl401) noviembre 26, 2014
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