domingo, 9 de noviembre de 2014

No se me ocurre una manera mejor de comenzar este blog: con una poesía. Esta vez con unos bellos versos de la poetisa griega Safo de Lesbos que fueron imitados en numerosas ocasiones y describen los síntomas del amor:

Igual a un dios me parece
el hombre que, frente a ti
sentado, de cerca escucha
tu dulce voz

y tu risa adorable; mas en el pecho
se agita mi corazón, pues
apenas mis ojos fugazmente te atrapan,
la palabra en mi garganta calla,

mi lengua se quiebra, fuego corre
bajo mi piel, se nubla mi vista,
un zumbido ensordece 
mis oídos,

me cubre el sudor, un temblor me invade,
palidezco cual hierba marchita, y yo misma
me siento cercana 
a morir.

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